En declaraciones realizadas el martes, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró haber agotado todos los recursos disponibles para abordar la crisis en la frontera, la cual ha generado tensiones entre el Gobierno federal y las autoridades estatales de Texas.
“Desde el primer día en el cargo, he hecho todo lo posible. Solo necesito el poder. Lo he solicitado, denme el control de la Patrulla Fronteriza, personal, jueces. Proporcióname los recursos para detener esto y lograr un funcionamiento adecuado”, expresó Biden.
El mes pasado, Estados Unidos experimentó un número sin precedentes de cruces ilegales, con más de 302,000 migrantes intentando cruzar la frontera sur entre el 1 y el 31 de diciembre. En este contexto, las diferencias en la política migratoria entre el estado de Texas, liderado por republicanos, y el Gobierno federal de EE.UU., de orientación demócrata, han intensificado las tensiones.
FIRME DEFENSA ANTE LA ‘INVASIÓN’ MIGRATORIA
El gobernador de Texas, Greg Abbott, respaldó la semana pasada en un comunicado el derecho de su estado a proteger sus fronteras de la “invasión” de la inmigración ilegal, utilizando la Guardia Nacional de Texas y personal del Departamento de Seguridad Pública estatal. Esta postura ha recibido el respaldo de 26 fiscales generales de EE.UU. y de gobernadores de al menos 25 estados, según informó Fox News.
El comunicado de Abbott se emitió después de que la Corte Suprema de EE.UU. fallara a favor del Gobierno federal, permitiéndole retirar el alambre de púas colocado por las autoridades de Texas a lo largo del río Bravo, cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, como medida para frenar la inmigración.
A pesar de esta decisión, el vicegobernador de Texas, Dan Patrick, anunció esta semana que el Gobierno estatal instalará alambre de púas a lo largo de toda la frontera entre Texas y México.