El Gobierno de China invitó a la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, a visitar su país después del establecimiento de relaciones diplomáticas entre los dos países. Esta invitación se produce después de que Honduras rompiera sus lazos con Taiwán, que ha sido rechazada por Beijing, y estableciera relaciones formales con China. Esta invitación es un indicador de la buena voluntad de China hacia Honduras y refleja el deseo de China de fortalecer su presencia en América Latina.
La firma del Comunicado Conjunto sobre el Establecimiento de Relaciones entre China y Honduras oficializó los lazos entre los dos países. El documento fue firmado en Beijing por los ministros de Exteriores de Honduras y de China, Eduardo Reina y Qin Gang, respectivamente. El comunicado destacó que con esta histórica decisión, el Gobierno de la República de Honduras amplía el horizonte de desarrollo para el pueblo hondureño, fortaleciendo las relaciones exteriores de Honduras en el campo bilateral y multilateral.
El comunicado dejó claro que los Gobiernos de China y Honduras tienen la intención de desarrollar lazos de amistad sobre la base de los principios de respeto mutuo a la soberanía, no agresión, no intervención en los asuntos internos del otro, igualdad, beneficio recíproco y coexistencia pacífica. Esto demuestra el compromiso de ambos países con la paz y la estabilidad en la región y en el mundo.
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El vicecanciller hondureño, Tony García, afirmó este lunes que se brindarán todas las facilidades para que las personas puedan abandonar el país en un plazo de 30 días, ya que Honduras debe comenzar a trabajar con China. Según García, este período es suficiente.
El Ministerio de Exteriores de Taiwán expresó su pesar por la ruptura de relaciones diplomáticas entre Taiwán y Honduras que datan desde 1941. La decisión de Honduras significa que ahora solo quedan 13 países que mantienen relaciones formales con Taiwán. Esto ha sido un gran golpe para Taiwán y demuestra la creciente influencia de China en América Latina.
Honduras se convierte así en el quinto país centroamericano en romper relaciones con Taiwán y establecer vínculos con China, siguiendo medidas similares adoptadas por Costa Rica en 2007, Panamá en 2017, El Salvador en 2018 y Nicaragua en 2021.