El lunes pasado, Alexander Grushko, viceministro ruso de Asuntos Exteriores, declaró a la agencia estatal de noticias RIA Novosti que reforzarán su potencial militar en dirección oeste y noroeste. Esta declaración se produjo el mismo día en que el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, anunció que Finlandia se uniría a la Alianza Atlántica al día siguiente.

Ante esto, Grushko advirtió que en caso de que las fuerzas y los recursos de otros miembros de la OTAN se desplegaran en Finlandia, tomarían medidas adicionales para garantizar de manera confiable la seguridad militar de Rusia.

Finlandia y Suecia habían postulado a la OTAN en mayo del año pasado en medio del conflicto en curso en Ucrania, que comenzó el 24 de febrero de 2022. Sin embargo, no pudieron unirse a la Alianza ya que Turquía y Hungría deseaban considerar las solicitudes por separado.

La semana pasada, tanto Budapest como Ankara aprobaron la adhesión de Finlandia a la OTAN, mientras que el proceso de entrada de Suecia sigue retrasado.

Rusia ha enfatizado que se verá obligada a adoptar medidas de respuesta tanto técnico-militares como de otra clase para contrarrestar las amenazas que han surgido para su seguridad nacional. Moscú ha alertado que Finlandia y Suecia se convertirán en un “espacio de confrontación” para Rusia si entran en la Alianza Atlántica.

Es importante destacar que la decisión de Finlandia de unirse a la OTAN ha desafiado a Rusia, ya que Finlandia comparte una frontera de 1.300 kilómetros con Rusia y ha mantenido una política de neutralidad en asuntos militares. La decisión de Finlandia ha sido vista como una respuesta a la creciente agresión de Rusia en Europa.

En respuesta a la decisión de Finlandia, Rusia ha reforzado su presencia militar en la región y ha realizado ejercicios militares en la frontera con Finlandia. La tensión entre Rusia y la OTAN ha aumentado en los últimos años, y la entrada de Finlandia a la Alianza podría ser un catalizador para una mayor confrontación.

Ante este panorama, la OTAN ha reiterado que su expansión se debe a la defensa y no a la provocación, y ha llamado a Rusia a respetar la soberanía de los países vecinos y a actuar con transparencia en sus operaciones militares. Sin embargo, Rusia ha expresado su desconfianza y ha advertido que tomará medidas para proteger sus intereses nacionales.