(Publicado originalmente el 8 de febrero del 2020)

DÉCADA. Desde hace 10 años que no tocaba suelo en México el canciller ruso Serguéi Lavrov, uno de los diplomáticos más hábiles del siglo 21, cuyo nombre brilla junto a figuras como Celso Amorim, Kofi Annan y Bashar Jaafari. Ayer aterrizó en México justo después de visitar Cuba y antes de pasar a Venezuela. No es cosa menor que el Presidente Vladimir Putin enviara al ministro Lavrov en una gira que incluyó a sus dos máximos aliados en Latinoamérica; lejos de ello, es una visita inaudita.

REVALORIZAR. Incluir a México en esta expedición diplomática indica un giro en la política exterior rusa, que ahora revaloriza su relación con nuestro país y busca encauzarlo hacia un emergente orden internacional multipolar. Falta ver si México sabe interpretar y aprovechar esto, porque igual que los últimos gobiernos, el de Andrés Manuel López Obrador no ha demostrado una destreza suficientemente redituable en la geopolítica.

ONU. Todo parece indicar que México será miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas durante el bienio 2021-22. Tendrá el respaldo ruso, algo que Lavrov refrendó ayer, recordando que la candidatura mexicana goza de respaldo unánime de los países de América Latina. Con esta oportunidad en la mira, el canciller mexicano Marcelo Ebrard y el ministro ruso acordaron una agenda común en la ONU: la cibreseguridad; no militarización del espacio exterior; no proliferación nuclear; y resolución pacífica de conflictos. En este último tema, aplaudió el papel prudente y mediador de México en la crisis venezolana.

EMILIO LOZOYA, CERCANDO AL PRÓFUGO

LOZOYA. Pasó desapercibido, incluso por medios nacionales, un hecho de gran trascendencia para la política doméstica de México: la posible captura y extradición de Emilio Lozoya, el exdirector de Pemex y actual prófugo de la justicia mexicana. Ayer, Rusia y México acordaron “que los mecanismos bilaterales de diálogo y concertación política sesionen de manera regular” con una actualización al marco jurídico bilateral. No dieron detalles sobre este marco jurídico, seguramente para no darle pitazo a Lozoya quien actualmente se refugia en Rusia.

EXTRADICIÓN. Aunque siendo realistas, Emilio Lozoya ya ha de estar enterado que lo tienen en la mira. El pasado 24 de enero, el embajador ruso en México, Víktor Koronelli, adelantó que en un futuro cercano ambos países firmarían un tratado de cooperación entre sus fiscalías generales, en el cual contemplarían profundizar las “solicitudes de asistencia legal, incluidas las de extradición”.

PRÓFUGO. Justo un día después, el 25 de enero, una columna en El Universal ubicó a Lozoya Austin en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde supuestamente corteja una novia rusa y goza de la protección de la mafia de aquel país. Según el columnista, citando una fuente de inteligencia mexicana, Lozoya optó por refugiarse en esta ciudad porque cuenta con contactos en Gazprom, la paraestatal gasística rusa, mismos que conoció durante su tiempo en Pemex. Porque la corrupción no solo es robar dinero, es tener contactos.

IMPROBABLE PARTICIPACIÓN EN MEGAPROYECTOS

MEGAPROYECTOS. Respondiendo a si Rusia participará en los “megaproyectos” de la llamada Cuarta Transformación, Lavrov rodó la pelota a la cancha de México, declarando que solo participarán si los rusos son invitados ⁠— y eso solo en propuestas y esferas específicas. Adelantó que las delegaciones mexicanas tendrán la oportunidad de presentar sus propuestas a empresas rusas en distintos foros como el Foro Económico de San Petersburgo; el Foro Económico Oriental; y la Semana Energética Rusa. Que los mexicanos vayan preparando su sales pitch y sus PowerPoints, porque los rusos no serán nada fáciles de convencer.

CAUTELA. Notablemente, Lavrov empleó un lenguaje diplomático y cauteloso en su respuesta. Sabe que los megaproyectos de la 4T son un tema geoestratégicamente sensible para Estados Unidos. Sabe que EUA frenó la inversión china en estos proyectos. Y sobre todo, sabe que el Comando Sur de EUA (SOUTHCOM), en su Posture Statement delineando su estrategia para el 2020, identificó la penetración económica china y rusa en Latinoamérica como una de las principales amenazas a su “seguridad nacional”.

Lavrov difícilmente compremeterá a Rusia con los megaproyectos de la 4T, mucho menos ante la mala experiencia china. Tiene muy presente que desde el 2014 a hoy, México cedió ante EUA y negó a China toda posibilidad de inversión estratégica: Dragon Mart, el tren bala México-Querétaro, el Istmo de Tehuantepec, Gangfeng Lithium… este historial no inspira ni un mínimo de confianza para posibles inversionistas rusos.

BRINDAN CON TEQUILA RELANZAMIENTO DE RELACIÓN

RELANZAMIENTO. Tal vez Rusia no se comprometa con inversiones de gran escala, ni con los megaproyectos, pero sí despierta expectativa la decisión de exhumar de ultratumba la Comisión Intergubernamental Ruso-Mexicana para la Cooperación Económica y Comercial, muerta desde el 2011. El ministro Lavrov anunció que revivieron la comisión y acordaron una reunión este año. Destaca este impulso al comercio bilateral, ya que actualmente Rusia es el 46° inversionista en México en términos de escala y el intercambio comercial entre ambos países es tan solo 2 mil millones de dólares anuales. Esto a pesar de que tanto Rusia como México están entre las 15 mayores economías del mundo.

BRINDIS. Es obvio que buscan incrementar el comercio ruso-mexicano y la Comisión Intergubernamental es un novedoso mecanismo para este fin. El mismo canciller Ebrard mencionó que quiere facilitar el acceso comercial de productos agro-alimentarios a Rusia, así como de “productos emblemáticos como el tequila”. Dentro de la jaula geopolítica que es Norte América, es posible que México no pueda aprovechar la mano estrechada de Rusia que Lavrov vino a ofrecer; pero por ahora, la visita consumada y los acuerdos pactados ya son algo que celebrar. O como lo puso Sputnik Mundo en su reseña de ayer, México y Rusia brindan con tequila.

Twitter: @HuizarTony

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