(Publicado originalmente el 5 de noviembre del 2020)

Gane quien gane el conteo oficial, desde hace meses estaba previsto que la elección presidencial sería judicializada por ambos partidos. El próximo presidente de Estados Unidos será quien venza en la guerra de las percepciones y la guerra judicial, el voto real es secundario.

JUDICIALIZACIÓN. Desde hace meses atrás se tenía previsto que las elecciones presidenciales serían judicializadas como estrategia para asegurar la victoria, tanto por la campaña de Donald Trump como la de Joe Biden.

La simulación electoral Demócrata, a cargo del Transition Integrity Project, generó escenarios donde inducirían una crisis constitucional para sacar a Donald Trump del poder; mientras del lado de la actual administración, identificaron litigios claves en estados estratégicos para controlar el resultado de la elección y el reparto de los votos en el Colegio Electoral.

Gane quien gane, la elección será judicializada a través de conteos, reconteos, impugnaciones, denuncias, demandas y demás artilugios legales para incluso anular o repetir una elección local.

Tanto las acusaciones de Demócratas de que Trump se “robaría” la elección, como las aseveraciones del presidente sobre un supuesto “fraude masivo” Demócrata, establecieron el marco cognitivo y discursivo para el escenario poselectoral. Sentaron las bases de esta contingencia electoral con meses de preparación en caso de una elección reñida, como lo deja claro el balance periodístico. La incertidumbre vía el fraude es el punto de partida de ambos bandos, de ahí avanzan a judicializar la elección y posteriormente a ganar la guerra de percepciones.

POSIBLES ESCENARIOS ELECTORALES

ESCENARIOS. Hasta las 21 horas EST del 4 de noviembre, un día después de la jornada electoral, Joe Biden está a 6 votos de la presidencia. Estos podrían ser de Nevada, que cuenta con exactamente 6 votos y donde Biden tienen una ligera ventaja de más de 7 mil sufragios. Sin embargo, quedan casi 400 mil votos por contar.

Si Trump revierte la tendencia en Nevada y se queda con sus votos electorales y suponiendo que mantiene su considerable ventaja en los demás estados que faltan, ganaría la elección con 271 votos y Biden se quedaría a 6 votos de la Casa Blanca.

The Guardian US Election Live Results

Sin importar quien gane, tanto Demócratas como Republicanos avanzarán primero sobre un eje principal: la votación por correo (mail-in ballots).

DEMÓCRATAS LE APUESTAN AL VOTO POR CORREO

DEMÓCRATAS. En caso de ganar Trump el Colegio Electoral, los Demócratas solicitarán ampliar los tiempos para contabilizar los votos que fueron emitidos por correo. Está establecido que la votación por correo favorece a los Demócratas, por lo que sumarán más votos a su favor.

Además es ampliamente documentado cómo la administración de Donald Trump, este pasado agosto, giró medidas administrativas para sofocar la capacidad del servicio postal público como estrategia para suprmir esta modalidad de sufragio por correo.

No pasó desapercibido que intentó socavar el servicio postal del gobierno a 2 meses de la elección y en medio de una pandemia donde la votación por correo sería más extensa. En este sentido, los Demócratas retomarán los litigos existentes contra las medidas que aplicó el Gobierno Federal para suprimir el voto por correo. Con esta estrategia pueden incluso revertir pérdidas, sumando votos por correo a su conteo final.

JUEGOS DE GUERRA

SIMULACIÓN. Compuesto por un grupo de Demócratas del establishment y neoconservadores anti-Trump, el Transition Integrity Project planteó la posibilidad de una crisis constitucional para evitar que Donald Trump asumiera nuevamente el poder.

En un escenario, describen como los gobernadores Demócratas de Carolina del Norte, Wisconsin y Michigan solicitarían un recuento de votos y obligarían a sus representantes en el Colegio Electoral a votar por Joe Biden sin importar una victoria de Trump en sus estados. El mismo escenario contempla amenazar a congresistas Republicanos con la independencia de toda la costa oeste de Estados Unidos. California, Oregon y Washington (todos Demócratas) exigirían “reformas estructurales”, amenazando con su salida de la Unión Americana.

Entre las reformas estructurales pedirían:

  • Convertir a estados el Distrito de Columbia (Washington D.C.), Puerto Rico
  • Crear 5 estados del territorio actual de California; esta cartografía electoral aseguraría a los Demócratas una “supermayoría” en el Congreso
  • Limitar a magistrados de la Suprema Corte a servir hasta los 70 años de edad
  • Eliminar el Colegio Electoral (solo en escenarios donde Biden perdió la votación en el colegio)

La periodista de investigación Whitney Webb documentó a detalle el simulacro electoral de Joe Biden y el Transition Integrity Project para sacar a Donald Trump del poder vía una crisis constitucional. Ilustra todos los escenarios que emplearán para impedir que Donald Trump tome posesión el próximo 20 de enero del 2021:

JUDICIALIZACIÓN Y LITIGIOS ESTRATÉGICOS

REPUBLICANOS. En el escenario donde gana Joe Biden, los Republicanos promoverán litigios contra el conteo de los votos por correo y las ampliaciones para contarlos. A las 21 horas EST del 4 de noviembre, la campaña de Donald Trump había activado mecanismos legales en Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Georgia y Arizona, todos estados estratégicos para asegurar el Colegio Electoral.

Por otro lado, identificarán un millar de irregularidades para intentar anular elecciones locales que no les favorecen. La exagerada descentralización del sistema electoral estadounidense y la notoria partidización de sus estructuras operativas hace el proceso electoral de Estados Unidos ineficiente y vulnerable al fraude. Llamarán atención a las debilidades y fallas reales del sistema electoral para alegar fraude donde les conviene.

Esto lo aprovecharán los Republicanos para asegurar victorias tácticas al nivel local, que desbocarán en victorias estratégicas en la guerra de percepciones y la suma dentro del Colegio Electoral.

ALIANZAS DE CONVENIENCIA

En Wisconsin, existe un litigio existente por parte del Partido Verde contra una medida de los Demócratas que dejó a los ambientalistas fuera de la elección. En este caso, los Republicanos reactivarán su alianza de conveniencia con los ecologistas y coordinarán y apoyarán la lucha legal del Partido Verde como ya lo hicieron este año para repetir o anular la elección en esta entidad.

También existen demandas legales en el mismo sentido por el Partido Verde en contra de medidas restrictivas de registro electoral (ballot access) en los estados de Arizona, Montana y Texas; los últimos 2 son estados que ganó Donald Trump, por lo que la alianza entre Verdes y Repúblicanos se limitará a Wisconsin y posiblemente Arizona, estados clave que ganó Trump en 2016. En Wisconsin existe un margen de diferencia de menos de un punto porcentual, 0.7%, mientras en Arizona, la campaña de Trump ya activó proceso legales y no ha aceptado derrota.

MÁS INFORMACIÓN:

Whitney Webb también investigó cómo un engranaje de intereses político-económicos sembraron la incertidumbre alegando injerencia extranjera en el proceso electoral para cosechar una victoria robada.

Los litigios activos en materia electoral en estados estratégicos que podrían afectar los resultados:

Twitter: @HuizarTony

www.huizar.info

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