
El partido gobernante Peronista de Argentina obtuvo importantes victorias en las elecciones del domingo, manteniendo el control sobre tres provincias a solo meses de las elecciones presidenciales en las que el apoyo al partido ha disminuido.
El peronista Gustavo Sáenz fue reelegido como gobernador de la provincia de Salta, mientras que se esperaba que los candidatos peronistas en las provincias de Tierra del Fuego y La Pampa también fueran reelegidos en sus cargos.
Estos resultados son un alivio para las filas del presidente Alberto Fernández, ya que la inestabilidad económica ha afectado el dominio del partido en el país. Fernández ha afirmado que no buscará la reelección, sin embargo, una coalición peronista sigue buscando mantenerse en el poder.
Argentina atraviesa actualmente una crisis económica, con creciente pobreza impulsada por una tasa de inflación anual superior al 100% y una moneda débil.
El domingo, el Ministerio de Economía anunció un paquete de medidas que incluye ajustes de tasas, más intervenciones en el mercado cambiario y acuerdos acelerados con los acreedores.
Aunque el resultado es una buena noticia para el partido, su destino en las elecciones presidenciales probablemente se decidirá en provincias más pobladas como Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza.
TENSIONES DENTRO DEL OFICIALISMO
Las tensiones entre Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández han sido un aspecto destacado en la política argentina desde que asumieron la presidencia en diciembre de 2019. Ambos pertenecen al mismo partido, el Frente de Todos, pero han tenido diferencias significativas en varios temas.
Una de las principales tensiones ha sido en relación a la política económica. Cristina Fernández de Kirchner, quien ya había sido presidenta de Argentina entre 2007 y 2015, ha abogado por medidas más intervencionistas y ha expresado su descontento con las políticas económicas más moderadas implementadas por Alberto Fernández. Ha instado a un mayor rol del Estado en la economía y a medidas como el control de precios y el aumento del gasto público.
CRISTINA, LÍDER COMBATIVA
Otro punto de desacuerdo ha sido la conformación del gabinete de gobierno. Cristina Fernández de Kirchner ha buscado una mayor influencia en la designación de funcionarios clave, especialmente en áreas como la justicia y la economía. Esto ha generado tensiones con Alberto Fernández, quien ha intentado mantener un equilibrio en la composición de su gobierno.
La relación entre ambos líderes también se ha visto afectada por las diferencias en el enfoque político y la estrategia de comunicación. Mientras que Alberto Fernández ha buscado una postura más moderada y conciliadora, Cristina Fernández de Kirchner ha adoptado un tono más confrontativo y ha expresado críticas públicas a decisiones del gobierno.
La expresidente Cristina fue condenada a seis años de prisión el pasado diciembre del 2022 por un presunto caso de corrupción. Fue acusada de administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública, por lo que un juez le dictó la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, en un caso que ella y sus simpatizantes han señalado de persecución judicial.
Argentina, foco del lawfare y la inflación en América Latina, experimenta una situación política y económica turbulenta.