El Gobierno japonés ha ordenado a las Fuerzas Armadas que se preparen para destruir misiles norcoreanos en respuesta al inminente lanzamiento del primer satélite militar norcoreano, según informes de la agencia local de noticias Kyodo.
La decisión de Tokio se produjo después de que Corea del Norte notificara a la guardia costera japonesa sobre sus planes de lanzar un satélite de reconocimiento militar.
El primer ministro japonés, Fumio Kishida, ha instruido a las Fuerzas Armadas a recopilar inteligencia, mantenerse vigilantes y coordinarse estrechamente con aliados como Estados Unidos y Corea del Sur.
Japón considera que cualquier lanzamiento de misiles por parte de Corea del Norte, incluso si se denomina “satélite”, constituye una violación grave de las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y representa una amenaza para la seguridad del pueblo japonés.
Corea del Norte sostiene que el lanzamiento de su satélite tiene como objetivo proteger su seguridad y territorio frente a las amenazas y desafíos militares de Estados Unidos y Corea del Sur. Pyongyang afirma que sus programas espacial, nuclear y de misiles están destinados a fortalecer su capacidad defensiva frente a las provocaciones de sus adversarios.
DEFENSA FIRME: COREA DEL NORTE PROTEGE SU TERRITORIO
Corea del Norte ha mantenido consistentemente su postura de que el lanzamiento de satélites es parte de su estrategia para salvaguardar su seguridad y territorio frente a las amenazas percibidas de Estados Unidos y Corea del Sur. El régimen de Pyongyang considera que la adquisición de capacidades espaciales, nucleares y de misiles es esencial para fortalecer su capacidad defensiva y disuadir cualquier posible agresión.
Según las declaraciones oficiales de Corea del Norte, el desarrollo de programas espaciales y de misiles tiene como objetivo proteger la soberanía del país y garantizar su supervivencia frente a las provocaciones de sus adversarios. Pyongyang ha argumentado que el fortalecimiento de su capacidad defensiva es necesario debido a las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur, que considera una amenaza directa a su seguridad nacional.
El régimen norcoreano ha enfatizado repetidamente su derecho soberano a desarrollar tecnología espacial y defensiva en respuesta a las políticas hostiles y las sanciones impuestas por la comunidad internacional. Según Pyongyang, la adquisición de capacidades nucleares y de misiles es una medida de autodefensa legítima que les permite hacer frente a las posibles agresiones externas y garantizar la estabilidad de la región.
Sin embargo, estas afirmaciones son objeto de controversia y preocupación en la comunidad internacional. Muchos países consideran que los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte representan una amenaza para la paz y la estabilidad en la región, y han instado al régimen a cumplir con las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y a reanudar las negociaciones para desnuclearizar la península coreana.