En un conmovedor episodio de solidaridad, un camionero que venía de Sinaloa a Juárez llevó hasta las entrañables instalaciones de Rescate y Adopción de Mascotas del Municipio de Ciudad Juárez (RAMM) a una tierna venadita de apenas dos meses de vida. Su historia comenzó en un recóndito rincón de la carretera que une Sinaloa con Ciudad Juárez, donde un alma sensible y compasiva, el conductor de un camión de pasajeros, descubrió a esta pequeña criatura en apuros.
El buen samaritano -quien prefirió mantenerse en el anonimato- relató que sus ojos se posaron en el frágil cervatillo y, al mirar a su alrededor, se encontró con una escena desgarradora. La madre del venado yacía sin vida, rodeada de aves rapaces, en un sombrío presagio.
Su corazón compasivo no dudó un segundo y decidió tomar acción. Movido por un instinto noble, el conductor emprendió un viaje no solo hacia Ciudad Juárez, sino hacia la esperanza y la vida.
Giselle Rubio, la médico veterinaria y abanderada de esta noble causa en el RAMM, recibió al indefenso cervatillo con los brazos abiertos y un cálido refugio.
RECIBE TRATAMIENTO PARA SU RECUPERACIÓN
Aunque apenas tiene dos meses de existencia, la pequeña venadita ya ha enfrentado desafíos. La deshidratación dejó su huella en su delicado ser, pero continúa resiliente. Actualmente, el equipo de rescate le brinda cuidados especiales y una dieta de fórmula, garantizando su recuperación paso a paso.
Mirando al futuro con optimismo y amor, Rubio compartió que en un período de uno a uno y medio meses, cuando la venadita recobre su apetito y energía, se notificará a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). Con esto, se espera facilitar su transición a la siguiente etapa de su vida. La liberación será guiada por la sabiduría de aquellos que comprenden su mundo y hábitat, asegurando un retorno a la naturaleza que siempre debió ser su hogar.