En lo que parece ser una nueva muestra de omisión selectiva, personal de la Sindicatura Municipal, bajo la gestión de Olivia Franco Barragán, llevó a cabo una inspección visual de las obras de remodelación en el Centro Histórico de Chihuahua. Esto, en medio de críticas que señalan la estrecha relación entre Franco y el Alcalde, Marco Bonilla Mendoza, a quien considera su “mejor aliado” y comparte filas en el Partido Acción Nacional.

La Sindica, conocida por su respaldo al Alcalde, ha sido criticada por su falta de acciones contundentes en la fiscalización de la administración municipal. Mientras Franco sostiene que este trabajo es parte de su “compromiso primordial” con la ciudadanía, las voces críticas apuntan a la frivolidad de las inspecciones visuales, subrayando la necesidad de auditorías exhaustivas y transparencia en la rendición de cuentas.

Es relevante señalar que, durante este recorrido, no estuvo presente la Sindica Olivia Franco, siendo su personal el encargado de la inspección. Esto agrega una capa de distanciamiento entre la Sindica y las tareas de auditoría, generando preguntas sobre la profundidad real de su involucramiento en estos proyectos que representan una inversión significativa de más de 25 millones de pesos.

Cabe el destacar que estos trabajos se realizan a través del Consejo de Urbanización Municipal (CUM), con el Fideicomiso del Centro Urbano e Histórico de la Ciudad de Chihuahua, dos organismos históricamente opacos.

Según la autoridad, las obras tienen el objetivo principal de atraer más visitantes turísticos y clientes a los negocios locales, así como tener un mayor flujo peatonal para que las familias de la capital puedan disfrutar de un acceso más libre y seguro.

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