
Por: Josselyn Enriquez
Chihuahua, Chih.- Durante la sesión solemne que se presentó en el primer informe del Gobierno Municipal del segundo periodo de la actual administración del alcalde Marco Antonio Bonilla Mendoza, la coordinadora de la fracción edilicia de morena y regidora presidenta de la Comisión de Cultura, Elena Rojo Almaráz, destacó la importancia de que este ejercicio de rendición de cuentas vaya acompañado de la disposición de los servidores públicos para reconocer errores y reorientar sus acciones en beneficio de la ciudadanía.
Rojo subrayó que el lema “una ciudad para todas y todos” plasmado en el Plan Municipal de Desarrollo debe traducirse en hechos concretos y no quedarse únicamente en una aspiración. Para ello, dijo, se requiere voluntad política y la operación coordinada de dependencias, organismos especializados y consejos ciudadanos.
La regidora señaló que, aunque Chihuahua se presenta como uno de los municipios más competitivos del àís, el plan deja de lado principios esenciales del “derecho de la ciudad” planteados por ONU Habitat, como la inclusión, la no discriminación, la participación política y la sostenibilidad con vínculos urbano-rurales que beneficien a las comunidades más vulnerables.
En materia de seguridad, advirtió que la percepción de inseguridad en la capital aumentó del 49.94% al 52.8% en un año, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana, cifra que entre mujeres alcanza un 68.5%.
En cuanto a medio ambiente, celebró que se trabaje la declaratoria de los Picos de la Luna como la primera área protegida municipal, así como la protección de la Mesa de los Caballos, respaldada por el 90% de la ciudadanía. No obstante, pidió dar seguimiento a los estudios socio ambiental para garantizar su protección efectiva.
La regidora también señaló que denuncias ciudadanas muestran una deuda con las personas con discapacidad, al criticar que actualmente se cobra por consulta y cirugía en el gimnasio adaptado, cuando antes no existían esos costos.
Finalmente, Rojo recordó que la democracia implica rendición de cuentas, lo cual supone que los servidores públicos estén sujetos a crítica y evaluación ciudadana, con la posibilidad de recibir sanción, castigo o, en su caso, reconocimiento.