
Por: Alan Martinez
Chihuahua, Chih.- Esta mañana, el empresariado chihuahuense rompió filas con el Gobierno del Estado y lanzó una abierta rebelión contra la gobernadora María Eugenia Campos Galván, al rechazar de manera unánime el incremento al Impuesto Sobre la Nómina (ISN) del 3 al 4 por ciento, contemplado en la Ley de Ingresos 2026 que ya se encuentra en su fase de votación en el Congreso del Estado.

La mañana de este martes, cerca de cuarenta líderes empresariales de Chihuahua capital, Cuauhtémoc, Delicias y municipios cercanos se congregaron en el Hotel Quality Inn para fijar lo que calificaron como su última postura.
El mensaje fue claro: el sector productivo se siente ignorado, presionado y preocupado por el rumbo económico que podría tomar el estado.

El presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) en Chihuahua, Leopoldo Mares, advirtió que el escenario económico que se avecina para 2026 obliga al sector privado a actuar de manera conjunta. Anunció que, tras la rueda de prensa, acudirían directamente al Pleno del Congreso para expresar su rechazo, al considerar que las decisiones se están tomando de forma acelerada y sin escuchar al empresariado. “Al parecer no fuimos oídos”, reprochó, al señalar que el aumento al ISN representa una carga adicional en un contexto ya adverso.
Desde Coparmex Chihuahua, su presidente Jorge Treviño Portilla dibujó un panorama de decepción al alertar que el registro patronal neto ha caído cerca de un 3 por ciento, lo que significa que Chihuahua acumula dos años consecutivos perdiendo empresas. Aunque reconoció que el empleo formal ha crecido, subrayó que la base empresarial se está debilitando.
“Gravar más al sector productivo que ya paga impuestos es castigar al contribuyente cautivo”, advirtió, al insistir en que el crecimiento económico no debe sostenerse en nuevos impuestos, sino en un gasto público más eficiente.
El sentimiento de amenaza fue reiterado por Armando Gutiérrez, presidente de Canacintra Chihuahua, quien aseguró que el rechazo no proviene solo de grandes corporativos, sino de micro, pequeñas y medianas empresas que ven en el aumento al ISN un riesgo directo para su supervivencia.
Señaló que, además del nuevo impuesto, las empresas enfrentan presiones crecientes por cambios laborales como la reducción de la jornada a 40 horas y el incremento sostenido del salario mínimo. De aquí a 2030, explicó, el costo por hora podría aumentar hasta un 77 por ciento, lo que genera miedo e incertidumbre sobre la viabilidad de muchos negocios. Reconoció que la iniciativa responde a la falta de recursos federales, pero sostuvo que “no es el camino”, porque presiona aún más al ecosistema económico.
La industria manufacturera también encendió focos rojos. René Espinoza, presidente de Index Chihuahua, recordó que este sector aporta más del 40 por ciento del PIB estatal y es el mayor generador de empleos.
Advirtió que el incremento al ISN tendría un impacto “muy fuerte” en la industria, particularmente en el programa IMMEX, que ya enfrenta retos severos por el entorno geopolítico con Estados Unidos y Asia. El riesgo, dijo, es que los planes de expansión entren en una fase crítica o se congelen.
El presidente del CCE en Cuauhtémoc, Carlos Martínez, reconoció que la relación con el Gobierno del Estado ha sido de colaboración en otros momentos, pero admitió que ahora existe una ruptura de criterio. “A veces hasta los compañeros tenemos diferencias y en esta ocasión no pensamos igual”, expresó, al pedir empatía ante un sector que ya arrastra múltiples cargas.
Este choque frontal ocurre mientras el Paquete Económico 2026 avanza en el Congreso del Estado. La Comisión de Programación, Presupuesto y Hacienda Pública prevé votar en sentido positivo el dictamen general, que incluye el aumento al ISN, para que sea discutido y votado en el Pleno en las próximas horas.
Aunque el Gobierno estatal ha insistido en que el diálogo con las cámaras empresariales sigue abierto, reconoce que no se ha alcanzado un consenso.
En contraste, la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) reiteró su respaldo al incremento, al considerar que los recursos podrían destinarse a obra pública. Sin embargo, incluso desde ahí se admite que se trata de un tema “complicado” y sensible para otros sectores.

Finalmente, las cámaras coincidieron en que un alza al ISN encarecerá la operación de las empresas, golpeará con mayor fuerza a las mipymes y podría frenar la generación de empleo formal en Chihuahua.
Aunque reconocieron la necesidad de recursos ante la reducción de aportaciones federales, insisten en que el desarrollo económico no puede construirse, una vez más, “gravando al que produce”.
