Foto de archivo

En el marco del Día de las Madres, se llevó a cabo una reunión entre el Gobierno Municipal de Chihuahua y las gobernadoras Ralámuli de distintos asentamientos Tarahumara en Chihuahua Capital, como UP, Labor de Terrazas, Carlos Arroyo, Ladrillera Norte, Cerro de la Cruz, Ladrilleras Sur, Vistas Cerro Grande, La Soledad, entre otras. Sin embargo, brilló por su ausencia el alcalde Marco Bonilla, quien envió a su esposa Karina Olivas, en vez de atender él personalmente a las mujeres ahí reunidas.

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El evento, encabezado por la presidenta del DIF Municipal, Karina Olivas, se presentó como una oportunidad para escuchar las necesidades de las gobernadoras y celebrar junto a ellas el 10 de mayo. Se mencionaron programas como “La calle no es su lugar”, “Yo sí te creo”, “Abrigos que abrazan” y “Reto útil”, que supuestamente han brindado apoyo a las comunidades ralámulis desde su implementación.

A consideración de Doña Mary Cordero, mujer ralámuli del asentamiento indígena “El Oasis”, ubicado en la colonia Martín López, es importante resaltar que el enfoque principal de la reunión debería haber sido la atención y respuesta a las demandas de estas gobernadoras, quienes representan a sus comunidades y luchan diariamente por mejorar sus condiciones de vida.

Foto de archivo del asentamiento El Oasis

Mencionó que el problema de la drogadicción es una “pandemia” para su comunidad. En particular, el uso de cristal es algo que se esparce entre los jóvenes indígenas. Sin embargo, no existen soluciones o intervenciones eficaces por parte de las autoridades.

AUTORIDADES NO NOS TOMAN EN SERIO

Por su parte el secretario del Ayuntamiento, Roberto Fuentes, invitó a las gobernadoras a acercarse a las instancias municipales en caso de requerir apoyo, pero estas palabras parecen vacías si no se traducen en acciones concretas que aborden los problemas reales que enfrentan estas comunidades, consideró Doña Mary.

“Debería el alcalde tomar en serio las necesidades de nosotros que queremos, requerimos apoyo”, instó la señora Cordero.

Agregó que en otras comunidades indígenas carecen de acceso a servicios básicos como agua potable, electricidad, vivienda digna, educación y atención médica. Observó que la falta de oportunidades y empleo contribuye a las condiciones de marginación y acorrala a las juventudes ralámulis a la drogadicción.

El alcalde Marco Bonilla prefirió pasar su Día de las Madres con mujeres de la colonia Ignacio Allende, al norponiente de la ciudad y al lado del Periférico de la Juventud, área que los gobiernos panistas han priorizado, agudizando la brecha de desigualdad entre el norte y sur de la ciudad capital de Chihuahua.