El Ministerio de Relaciones Exteriores de los Emiratos Árabes Unidos anunció hoy que Abu Dabi se retiró de las Fuerzas Marítimas Combinadas hace dos meses. Este grupo de trabajo, compuesto por 34 naciones, se encarga de la seguridad, la lucha contra el terrorismo y la piratería en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico, según un comunicado emitido por la agencia estatal de noticias WAM.
Según el comunicado, esta decisión se tomó como resultado de una evaluación en curso de la cooperación en materia de seguridad con todos los socios. Los Emiratos Árabes Unidos han afirmado su compromiso con el diálogo y la diplomacia para promover la seguridad y la estabilidad en la región, así como garantizar la seguridad de la navegación en sus aguas de acuerdo con el derecho internacional.
Entre los socios regionales de las Fuerzas Marítimas Combinadas se encuentran Catar, Arabia Saudí, Kuwait y Baréin. Este grupo naval, junto con la Quinta Flota y el Comando Central de la Marina de Estados Unidos, tiene su base en Baréin. Varios países, incluidos Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, han desplegado aviones, buques y personal en territorio bareiní como parte de esta colaboración.
IGUAL QUE ARABIA SAUDITA, SE DISTANCIAN DE EE.UU
Es importante destacar que este anuncio se produce en un momento en el que se ha informado sobre un distanciamiento entre Abu Dabi y Washington. Un artículo publicado en la revista estadounidense Forbes el pasado 7 de abril planteó la posibilidad de que los Emiratos Árabes Unidos sean el segundo país, después de Arabia Saudí, en alejarse de la órbita de Estados Unidos en Asia Occidental.
El artículo sugiere que, tras la elección de China como mediador en el acercamiento entre Arabia Saudí e Irán, ahora le toca a Abu Dabi distanciarse de Washington y dejar de seguir ciegamente los dictados de Estados Unidos. El editorial señala que Abu Dabi actuará en función de los intereses colectivos de los Emiratos, incluso si eso implica desacuerdos o rupturas en asuntos geopolíticos importantes con Estados Unidos.
A lo largo de los años, Estados Unidos ha buscado marginar a la República Islámica de Irán y presionarla en las aguas clave del Golfo Pérsico y el estrecho de Ormuz, pero hasta ahora no ha logrado concretar ese objetivo. Irán, por su parte, ha ampliado su cooperación con los países de la región mediante una política de vecindad. Teherán ha advertido que la presencia de fuerzas extranjeras en el Golfo Pérsico representa una amenaza para la seguridad, enfatizando que la responsabilidad de garantizar la seguridad en esas aguas recae en los países vecinos y no en fuerzas externas.