El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, anunció una serie de medidas para fortalecer la seguridad pública y abordar la creciente violencia en el país. Durante una ceremonia en el Palacio del Planalto, Lula presentó nueve medidas, decretos y proyectos de ley, enfocados en combatir la violencia en las escuelas y en la Amazonía.
Uno de los destacados es el Programa de Acción en Seguridad (PAS), que busca frenar los ataques armados en las escuelas, calificándolos como crímenes atroces. También se presentó el Plan de Seguridad y Soberanía para la Amazonía (AMAS), que se centra en la lucha contra la creciente violencia en la región y aborda el narcotráfico, la minería ilegal y los delitos ambientales.
El AMAS contempla una inversión de 2.000 millones de reales (aproximadamente 416,7 millones de dólares) para implementar bases, adquirir patrullas, armas, helicópteros y lanchas blindadas para las fuerzas de seguridad que operan en la Amazonía.
QUIEN ES LULA?
Lula destacó la importancia de proteger la selva tropical brasileña, que abarca 5 millones de kilómetros cuadrados y es blanco del crimen organizado y el narcotráfico. Subrayó la necesidad de actuar para evitar que la violencia prospere en esta región tan valiosa para el mundo.
Además de las iniciativas en la Amazonía, el presidente anunció nuevas medidas para restringir la posesión y porte de armas. Hizo hincapié en que, si bien los ciudadanos pueden tener armas en casa, no se permitirá que se formen arsenales en manos de particulares. En cambio, enfatizó en el papel importante de la policía, que debe estar debidamente armada para mantener la seguridad del país.
Estas acciones se dan a conocer después de que un informe revelara una disminución de las muertes violentas en Brasil durante 2022, pero las preocupaciones persisten, especialmente en la región amazónica. Se busca abordar problemas asociados con el racismo, la homofobia, el feminicidio y las estafas.
El paquete de medidas también refuerza las sanciones para enfrentar actos de violencia, como los ocurridos en enero, cuando miles de “bolsonaristas” asaltaron las sedes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema en Brasilia.
Con estas medidas, el Gobierno de Brasil busca combatir la violencia y proteger la integridad de sus ciudadanos, así como salvaguardar uno de los tesoros naturales más importantes del planeta, la Amazonía.