Durante sus recorridos de vigilancia marítima en días pasados, la Marina Armada de México aseguró más de una tonelada de presunta cocaína de cuatro embarcaciones distintas. El aseguramiento ocurrió cuando personal de la Guardia Costera avistaron cuatro embarcaciones menores que les llamaron la atención. Sin dudarlo, decidieron darles seguimiento con la ayuda de buques oceánicos y patrullas interceptoras. El objetivo era claro: interceptar e inspeccionar esas embarcaciones que podían estar involucradas en actividades ilícitas.
Al percatarse de la presencia de la autoridad marítima, las embarcaciones aceleraron su marcha, tratando de escapar del alcance de los marinos. Pero no lo lograron. La Guardia Costera se mantuvo implacable y, finalmente, detuvo a 11 presuntos infractores de la ley.
Una vez que llevaron a cabo la inspección, se encontraron con una sorpresa. En el interior de las embarcaciones, hallaron nueve motores fuera de borda, 33 bultos con un peso aproximado de 1,524 kilogramos de presunta cocaína, unos 5,275 litros de combustible y una radiobaliza.
Sin perder tiempo, pusieron bajo custodia la droga, las embarcaciones, los motores y la radiobaliza, para posteriormente presentarlos ante las autoridades competentes y dar inicio a la investigación correspondiente.
Los marinos actuaron con precisión, siguiendo el Protocolo de Actuación del Personal Naval en funciones de Guardia Costera. Este protocolo, que establecía las pautas de actuación, se basaba en la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y en el respeto irrestricto a los Derechos Humanos.
SUMAN MÁS DE 25 MIL TONELADAS DE COCAÍNA CONFISCADAS EN 2023
El aseguramiento de más de mil 500 kilogramos de cocaína se sumaba a la impresionante cifra de 25,496.49 kilogramos de esta droga confiscada durante el presente año. Era un duro golpe a la delincuencia organizada y una muestra del compromiso inquebrantable de la Armada de México por mantener la seguridad en las Zonas Marinas Mexicanas.
Además, el hallazgo de la radiobaliza resultó ser una pieza importante en la desarticulación de una red de plataformas logísticas balizadas que la delincuencia organizada utilizaba para mover sus cargamentos en alta mar.
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Los marinos sabían que cada día era una nueva oportunidad para proteger el bienestar de la nación, para mantener la paz y el Estado de Derecho en las costas de México. Su labor incansable era parte de las operaciones de vigilancia marítima, aérea y terrestre que efectuaba la Armada de México para enfrentar a la delincuencia y garantizar la seguridad en el territorio nacional.