Desde el tenso día en que un golpe de Estado destituyó al presidente Mohamed Bazoum a finales de julio, Níger había estado bajo el control de los militares rebeldes. Sin embargo, el 9 de agosto de 2023, las noticias se agitaron aún más cuando se informó que tropas francesas habían realizado un audaz ataque contra la Guardia Nacional nigerina y habían violado el espacio aéreo del país africano.
La noticia se desplegó a través de las ondas televisivas, con el coronel mayor de la Fuerza Aérea de Níger, Amadou Abdramane, pronunciando un discurso ante las cámaras. Con firmeza en su voz, describió el incidente que había tenido lugar en la madrugada. Las fuerzas francesas, en su aparente deseo de perturbar la estabilidad del país, habían puesto en marcha un avión militar A400M desde la capital de Chad, Yamena, a las 06:01.
Las palabras del coronel se centraron en el misterioso vuelo. El avión había ingresado al espacio aéreo nigerino a las 06:39, pero sorprendentemente había cortado todo contacto con el control aéreo durante un lapso de tiempo considerable, hasta las 11:15. Las mentes de la audiencia se llenaron de preguntas sobre el motivo detrás de esta maniobra y las posibles implicaciones de esta transgresión.
En medio de esta narrativa cargada de incertidumbre, los militares nigerinos apuntaron con el dedo acusador hacia París. Se afirmó que las fuerzas francesas habían llevado a cabo un ataque en la mañana, dirigido directamente hacia la Guardia Nacional. Pero lo que parecía ser aún más impactante fue la afirmación de que habían liberado a 16 yihadistas que estaban detenidos en las cárceles del país. Aunque Abdramane no pudo proporcionar detalles sobre las consecuencias exactas de estos eventos, instó fervientemente a los ciudadanos a permanecer en alerta constante.
Contundente Negación de Francia: Acusaciones de los Rebeldes Nigerinos Refutadas
Sin embargo, la respuesta de las autoridades francesas no se hizo esperar. Enérgicamente, negaron las acusaciones lanzadas por los militares rebeldes nigerinos. Una fuente del Gobierno francés afirmó que el vuelo que se realizó esa mañana había sido autorizado y coordinado con el Ejército de Níger. Además, se enfatizó que las fuerzas francesas no habían participado en la liberación de ningún terrorista.
En el fondo, la situación política era aún más complicada. Mientras que Francia desmentía las acusaciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores francés dejaba claro su apoyo a los esfuerzos de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) para neutralizar los efectos del golpe de Estado. La CEDEAO, por su parte, amenazaba con el uso de la fuerza si la junta militar nigerina no cedía el poder al presidente depuesto en el plazo de una semana. Ese plazo había expirado el 6 de agosto, dejando un suspenso lleno de tensiones y expectativas en el aire.