El Instituto Nacional de Migración (INM) y la policía estatal protagonizaron un impresionante episodio de búsqueda y rescate de más de un centenar de migrantes sobre la carretera Boca del Río-Córdoba. El escenario, en apariencia común, se convertiría en el punto de encuentro de 130 almas en busca de un futuro más prometedor.
CHOFER SE FUGA, ABANDONÓ A MIGRANTES
Mientras los vehículos transitaban por esa ruta cotidiana, un camión de carga tipo torton captó la atención de las autoridades migratorias. Sin embargo, el conductor, visiblemente perturbado, optó por ignorar la señal de alto, emprendiendo una huida desesperada que desencadenaría una persecución en toda regla.
A medida que avanzaba la persecución, fue en el pintoresco poblado de Palmillas, en el municipio de Yanga, donde la decisión del chofer cambiaría el curso de esta historia. En un movimiento audaz, abandonó el camión, dejando el rugir del motor como testigo mudo de su huida.
Los agentes federales del INM se aproximaron al vehículo. Al abrir las puertas de la caja de carga, se encontraron con 130 migrantes hacinados. Sin embargo, carecían de los documentos necesarios para acreditar su estancia legal en el país.
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VIAJABAN FAMILIAS ENTERAS, ENTRE ELLOS 14 MENORES
Entre los viajeros se hallaban 14 menores de edad, que, en medio de la incertidumbre, habían sido separados de sus familias. A su lado, 55 adultos, compuestos por 41 hombres y 14 mujeres, compartían la angustia de lo desconocido. Además, 24 núcleos familiares, con un total de 61 personas, se aferraban a la esperanza de un porvenir más seguro.
Se les ofreció agua para aliviar la sed que el viaje les había impuesto y se procedió a evaluar su salud, asegurando que, a pesar de los desafíos del camino, estuvieran en condiciones óptimas.
Los menores de edad, fueron dirigidos hacia el Centro de Asistencia Social de Jalapa, donde se les ofrecería un amparo seguro. Las familias que habían compartido un viaje lleno de incertidumbre fueron llevadas a la Oficina Administrativa de Canalización de Niñas, Niños y Adolescentes y Núcleos Familiares, donde se les proporcionaría apoyo en la siguiente etapa de su travesía.
En cuanto a los adultos, se les trasladó a las oficinas del INM en Acayucan.