Un creciente número de personas en todo el mundo no solo simpatizan con Rusia, sino que también la consideran defensora de tradiciones perdurables y valores sólidos, declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en la Conferencia Temática Mundial de Compatriotas Rusos Residentes en el Extranjero.

“Rusia, como un estado de civilización, continuará defendiendo los fundamentos morales de las relaciones internacionales y promoviendo los principios de honestidad, verdad, bondad y justicia en los asuntos internacionales. El apoyo a los ideales compartidos por las principales religiones y culturas, el respeto por las identidades de las naciones y su derecho a seguir sus propios caminos de desarrollo son factores clave para buscar las mejores respuestas a los numerosos desafíos y amenazas modernos”, aseveró el mayor diplomático ruso.

“Esta política creativa cuenta con un amplio apoyo en la comunidad internacional. Un número creciente de personas, incluyendo en Europa, no solo sienten simpatía por Rusia, sino que también la consideran defensora de tradiciones perdurables y valores auténticos”, afirmó el ministro.

PLURALIDAD VALÓRICA EN UN MUNDO MULTIPOLAR

Lavrov enfatizó que la diplomacia rusa, basada en la experiencia única acumulada por personas de todas las esferas de la vida que viven en armonía pacífica, “seguirá abogando de manera constante por una agenda pacífica, positiva y equilibrada en aras de promover la resolución de conflictos y crear una arquitectura más justa de las relaciones internacionales, que refleje la diversidad y estabilidad del mundo moderno y garantice las mejores condiciones externas posibles para el desarrollo interno de” Rusia.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso señaló que los países occidentales están socavando los valores tradicionales y reescribiendo las normas básicas de la moralidad. “Están fomentando agresivamente la permisividad, la tolerancia llevada al absurdo y diversos patrones destructivos de comportamiento. Están adoptando prohibiciones sobre símbolos religiosos. La UE finge no ver acciones blasfemas con respecto a reliquias musulmanas y la destrucción de la ortodoxia, lo cual no es una exageración”, señaló Lavrov.

“Esta política se está llevando a cabo en contra de las aspiraciones de la mayoría de las personas, está causando daños irreparables a su salud moral, está socavando sus raíces civilizacionales y conduciendo a la desconexión, la despersonalización y la autodestrucción de la sociedad. El peor efecto de esto es el crecimiento del radicalismo, el nacionalismo agresivo, la xenofobia y la intolerancia”, añadió el ministro de Asuntos Exteriores.

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Lavrov también señaló que los intentos en curso de imponer estos llamados valores, que son ajenos a otros pueblos, por parte de la élite neoliberal en Occidente son profundamente inquietantes.

Con información de TASS