Bajo el pretexto de garantizar seguridad, el operativo “Escuela Segura” de la Policía Municipal intensificará su presencia en las instituciones educativas durante las vacaciones, dejando al descubierto la alarmante vulnerabilidad de las escuelas y del municipio en general. Este despliegue, supuestamente dirigido a prevenir robos y daños materiales, revela la cruda realidad de un entorno donde la seguridad es precaria y las amenazas a la integridad de las escuelas son una preocupación constante.
Con el nombre de “Escuela Segura”, este operativo, que arranca este fin de semana, se expandirá por el norte y sur de la ciudad, coincidiendo con el periodo vacacional que se extiende hasta enero.
Este enfoque en las instituciones educativas destaca la fragilidad de la seguridad en el municipio, donde las autoridades reconocen abiertamente la necesidad de intensificar la vigilancia para prevenir actos delictivos y faltas administrativas en las cercanías de las escuelas.
A pesar de los patrullajes durante el día, el refuerzo de la vigilancia nocturna a partir de la medianoche, según el coordinador de Seguridad Escolar y Prevención de la DSPM, policía segundo Armando Del Villar, evidencia la falta de control y protección efectiva en el entorno escolar.
El llamado a la colaboración se presenta como un intento desesperado de involucrar a padres de familia, maestros y la comunidad, subrayando la necesidad urgente de reportar cualquier actividad o individuo sospechoso al 9-1-1 o mediante la aplicación “Marca el Cambio”, enfatizando así la vulnerabilidad palpable que caracteriza al municipio.