En un esfuerzo por salvaguardar la identidad nacional y garantizar la soberanía alimentaria, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha presentado una iniciativa de reforma para prohibir el cultivo de maíz transgénico. La propuesta declara al maíz destinado para el consumo humano, del cual México es autosuficiente, como libre de modificaciones genéticas.

Es parte de un paquete de iniciativas legales enviadas por el Presidente al Legislativo como parte de su agenda política en el último tramo del sexenio.

La iniciativa subraya la importancia de preservar la salud y la identidad cultural, afirmando que el maíz, siendo el centro de origen y diversidad de al menos 59 razas nativas, constituye una base fundamental para la alimentación y la soberanía del país. En contraposición, los maíces transgénicos, generados en laboratorios, plantean riesgos de contaminación y amenazas para la diversidad de los maíces nativos.

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Además, se destaca la relación directa entre la siembra de cultivos transgénicos y el uso de sustancias potencialmente dañinas, como el glifosato, empleado como herbicida. La secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) advierte sobre los peligros asociados con estas sustancias y destaca la falta de estudios de seguridad sanitaria para el consumo de maíz transgénico por parte de la población mexicana.

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El Presidente sostuvo que esta iniciativa refleja el compromiso del Gobierno mexicano con la salud pública, la preservación medioambiental y la protección de la riqueza genética del maíz, reafirmando la posición del país como defensor de la biodiversidad y la seguridad alimentaria.

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