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Cuauhtémoc, Chih. – En el marco del Operativo Conjunto para la disuasión de delitos y la seguridad de la población, autoridades aseguraron 65 artefactos explosivos hechizos, diseñados específicamente para ser integrados a drones. El hallazgo, en el poblado de Arechuyvo, municipio de Uruachi, también arrojó el decomiso de armamento y supuesta droga.

Los artefactos explosivos, diseñados específicamente para ser acoplados a drones, fueron encontrados en cinco costales de malla abandonados junto a un arroyo. La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se encargó de su correcta destrucción para evitar riesgos a la población, particularmente a las comunidades indígenas de la región.

EXPLOSIVOS, ARMAMENTO, MARUJUANA Y DRONES DECOMISADOS

Fue durante un recorrido de vigilancia que localizaron cinco costales de malla que contenían 65 artefactos explosivos improvisados, adaptados para acoplar a dron. En el recorrido participaron la Agencia Estatal de Investigación, la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, la SEDENA y la Guardia Nacional.

De igual forma, encontraron un arsenal compuesto por un fusil Barret calibre 50, un fusil calibre 3006, 205 cartuchos útiles, 29 cargadores y dos drones. Además, mediante el uso de drones de la Policía Estatal, las autoridades detectaron una costalera que contenía siete paquetes de hierba verde y seca, con características propias de la marihuana. Todo el material asegurado fue puesto a disposición del Ministerio Público Federal para continuar con las investigaciones correspondientes.

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Además de este hallazgo, las fuerzas de seguridad continúan los recorridos en el poblado y sus alrededores para garantizar la tranquilidad de la región.

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DRONES, NUEVO ARSENLA A DIPOSICIÓN DE CRIMEN ORGANIZADO

Los cárteles mexicanos han incrementado significativamente el uso de drones en sus operaciones, según informes de Insight Crime, Reuters, y Small Wars Journal. Inicialmente utilizados para el transporte de drogas y vigilancia, estos dispositivos se han convertido en herramientas clave para las actividades criminales. Los grupos del crimen organizado, evolucionaron en sus tácticas, adaptado drones comerciales para realizar ataques con explosivos.

Desde 2018, se han documentado varios incidentes donde drones son empleados para ataques armados, especialmente en estados como Michoacán y Jalisco. Según Reuters, estos ataques no solo buscan infligir daño físico sino también psicológico, demostrando la capacidad de los cárteles para operar con tecnología avanzada. Small Wars Journal ha destacado cómo estos eventos muestran una escalada en la violencia y en el uso de tácticas que antes eran exclusivas de conflictos militares.