
DESAMPARADOS EN EL PODER JUDICIAL
Algo anda raro en los pasillos de Ciudad Judicial. Las nuevas personas electas como juzgadores, sin importar cómo llegaron o a quien respondían, terminaron desamparadas, sin instrucciones, sin capacitación y sin rumbo. Total.
Desde que culminó el relevo en el Poder Judicial este pasado septiembre se vio encumbrada una nueva casta política en el Poder Judicial de Chihuahua. Muchos de los electos tenían experiencia jurídica y legal, pero otros no. Dichosos los que sí sabían a qué iban y tenían un modesto indicio de cómo caminar.
De una fuente confiable: la mayoría se encontró con hostilidad y desamparo. Una estructura administrativa que los ve con recelo y sin redención. Sin distinción de colores o de cómo llegaron, a todas y todos los tachan de “jueces del Bienestar”. Azules. Guindas. Rojos. Llegaron electoralmente; pero físicamente, les ordenaron de inicio no llegar. “No se presenten, no tenemos nada listo donde puedan arribar”. Un desorden total.

Le tomó a la estructura administrativo-judicial local por lo menos una semana (dos en algunos casos) para acomodar a las y los jueces, para que comenzaran a trabajar.
Heredaron casos, oficinas, equipo y personal sin afinidad y sin coordinación. Y aún asumiendo sus respectivos espacios, nadie los orientó.
Ni una llamada de agradecimiento de sus patrocinadores. Los dejaron al “ahí se va”.
Pero ni una capacitación, ni una bienvenida fraterna tuvo nadie, aunque vinieran en el acordeón oficial. Muy escasos los casos que venían cuidados. Sólo las magistraturas llegaron a lo que iban, con misión y respaldo estatal.
Vaya curva de aprendizaje para los bienaventurados que se aventaron la misión de competir en la primera Elección Judicial.
Pero hay que reconocerles: ganas no les faltó y el engranaje ya empezó a caminar. Es un experimento inédito, pero dentro se están reconfigurando los modos de cómo trabajar, las normas de cómo actuar.
Salió la Elección Judicial y a la mayoría se olvidó a dónde voltear. Los jóvenes muchachos, las experimentadas abogadas, las personas electas que arribaron a jalar. En su mayoría persiguiendo una carrera — no política, sí judicial.
Suerte. Y no se rajen. La mayoría llegó para quedar.
UN TRANZAS EN EL PAN MUNICIPAL
Al dirigente municipal de Acción Nacional no lo terminan de aceptar. Aún con el “relanzamiento” y la formalización de las nueva dirigencias municipales. Y es que la pregunta ineludible es “¿Qué hace ahí?” No es carismático. No es operador.
César Komaba Quezada actualmente funge como subdirector de Movilidad (antes Vialidad), a la vez que ostenta la dirigencia municipal del PAN en la capital. Extrañamente, Komaba no es operador electoral, como sus predecesores inmediatos (Sarahí Franklyn, Paco Navarro).
No. Komaba se especializa en la tranza y la tranza nada más.
Fue noticia nacional cuando la entonces alcaldesa María Eugenia Campos Galván lo cesó fulminantemente en plena contingencia por el Covid (julio 2020), por decir que lo único bueno de la pandemia era que las mujeres, por el cubrebocas, por fin las podían callar.

Se formó en el activismo estudiantil panista de los 80s y de ahí, entre 1992 y 1995 se desempeñó como diputado local. ¿Su compañero de bancada? Javier Corral. Hasta en su casa de enlace trabajó cuando fue senador el ahora defenestrado Corral en el año 2000. Poco antes, conoció a César Jáuregui y de ahí agarró vuelo su trayectoría.
Párvulo de Tesorería, Mr. Komaba comenzó dedicándose a funciones donde fluía el dinero, pero no en la operación electoral. En la tranza. Jefe del Departamento de Traslación de Dominio (Juan Blanco, 2004-2007). 💸 Luego Subdirector de Ingresos (Carlos Borruel, 2007-2010). 💸 Y con Maru, Subdirector de Catastro (2016-2020). 💸
De ahí lo ascendió la “Jefa” a Gobernación municipal, donde se administran, negocian y trafican permisos, multas y trámites… para terminar quien sabe donde. 💸
Ya cómo Gobernadora, Campos lo colocó en Vialidad. Caja chica para todo gobierno estatal. Multas, cuotas, moches, mordidas… 💸
Komaba nunca ha sido elemento electoral. Lejos de un García Portillo, quien se maneja en numeralia, estadística, movilización, y temas por el estilo, Mr. Komaba no carga ese perfil. Es un “tranzas” impuesto por la Gobernadora en la dirigencia municipal.
¿Con qué fin?
Esa es la pregunta del millón — literal.
