Por: Alan Martínez
Chihuahua, Chih.- El director local de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), Román Alcantar, justificó los trabajos de limpieza realizados recientemente en el río Sacramento, luego de que colectivos ambientalistas denunciaran daños al ecosistema por el retiro de vegetación ribereña.
En entrevista con Fuenteinfo, Alcantar recordó que las acciones forman parte del programa nacional de saneamiento de ríos y canales, previsto en el Plan Nacional Hídrico.
“Dentro del Plan Nacional Hídrico está el tema del saneamiento de ríos y canales, y más que una estrategia es una obligación de la propia dirección local de Conagua y de la Conagua el mantener limpios los ríos del país”, señaló.
Y, si bien el funcionario reconoció que el río Sacramento ha sido utilizado por años como vertedero de desechos, destacó que justamente la intención del Plan es evitar que la problemática siga existiendo.
“Jurídicamente no es nuestra facultad, es nuestra obligación la limpieza de los ríos del estado. Nosotros detectamos una gran cantidad de basura ahí, y sobre todo hemos detectado que derivado de las lluvias que hubo este año, hubo un momento en donde existió un riesgo de desbordamiento de ese río”, dijo.
“Seguiremos limpiando, seguiremos previniendo que sucedan catástrofes naturales, y, más que facultad, es una obligación de la Conagua que está en la Ley de Aguas Nacionales, que está en la Constitución, mantener limpios los ríos”, añadió.
En relación a las acusaciones de grupos ambientalistas, Alcantar expresó respeto hacia sus preocupaciones, pero insistió en que la dependencia debe cumplir con su responsabilidad legal.
“Entiendo los movimientos ambientalistas, pero a mí me toca hacer esta parte del trabajo y asegurar la limpieza de los ríos”.
Por otro lado, esta semana la organización Salvemos los Cerros de Chihuahua condenó los trabajos realizados por la dependencia, a los que calificó como un acto de “destrucción del río”.
El colectivo exigió a CONAGUA, SEMARNAT, PROFEPA y a los gobiernos estatal y municipal una investigación inmediata, así como la restauración integral del cauce y sanciones a los responsables.
La agrupación recordó que una situación similar ocurrió hace más de una década, cuando maquinaria pesada eliminó la vegetación del Sacramento.
“Tuvieron que pasar alrededor de trece años para que las jarillas, los álamos y los sauces volvieran a crecer, devolviéndole al cauce su sombra, su humedad y su vida. Pero esta semana, la historia se repitió”, denunciaron.
De acuerdo con los activistas, las máquinas desmontaron cerca de tres mil metros cuadrados de vegetación ribereña, incluyendo cientos de jarillas y decenas de árboles, bajo el argumento del “desazolve”.