La gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, logró hacerse un espacio en la exclusiva recepción organizada por la Embajada de Estados Unidos en México, donde la primera dama estadounidense, Jill Biden, fue la invitada de honor. La presencia de Campos, en el marco de un evento que reunió a líderes políticos nacionales y estadounidenses, no pasó desapercibida, destacándose entre los asistentes en un contexto de alta relevancia política.
Durante la reunión, Campos aprovechó para promover a Chihuahua, resaltando las oportunidades de negocios y turismo que ofrece el estado, especialmente en relación con el fenómeno de la relocalización de empresas. Al dialogar con miembros clave de la comitiva estadounidense, como Xavier Becerra, secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos, e Isabel Casillas Guzmán, administradora de la Administración de Pequeñas Empresas, la gobernadora destacó la importancia estratégica de la entidad en el desarrollo económico binacional.
Llamó la atención el anfitrión de la recepción, el Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, quien visitó Chihuahua en una gira de alto nivel, luego de sostener un desencuentro con el saliente Presidente López Obrador por críticas a la Reforma al Poder Judicial. Estuvo presente también el magante Carlos Slim, cercano al ex-mandatario López Obrador.
Incluso se codeó con Dolores Huerta, otrora lideresa del sindicato agrario estadounidense United Farm Workers, compañera de lucha junto con César Chávez. En últimos años, Huerta ha fungido como operadora política-electoral del Partido Demócrata en comunidades latinas de Estados Unidos.
APROVECHÓ CAMPOS PARA HACER POLÍTICA DOMÉSTICA Y COMERCIAL
Asimismo, Campos Galván compartió momentos con los gobernadores de Nuevo León, Samuel García Sepúlveda, y de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, con quienes discutió posibles colaboraciones para impulsar el desarrollo regional de sus respectivos estados. En este contexto, la gobernadora refrendó su compromiso de trabajar en conjunto con otras entidades y el gobierno de Estados Unidos para fomentar un crecimiento económico sostenible y mejorar las condiciones de vida de los chihuahuenses.
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El evento, celebrado en la sede de la Embajada de Estados Unidos, permitió a Campos posicionarse políticamente, a la vez que estrechó lazos con figuras influyentes del gobierno norteamericano y sus pares mexicanos. Y, según, el comunicado del Gobierno del Estado, proyectar a Chihuahua como un destino clave para la inversión y el turismo.