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Tromba de Obsidiana

Luis Andrés Rivera Levario. Vocero de Salvemos los Cerros de Chihuahua.

En Chihuahua solemos pensar que vivimos en una ciudad intermedia, lejos del caos ambiental de la Ciudad de México o Monterrey. Sin embargo, los datos oficiales cuentan otra historia: en 2024, la calidad del aire fue mala durante 194 días, mientras que solo 66 días se registraron como buenos. Cinco días adicionales se catalogaron incluso como de muy mala calidad. Es decir, más de la mitad del año respiramos contaminación.

La tendencia es preocupante. En 2022 predominaban los días con aire limpio (124 frente a 66 malos). Un año después, en 2023, se invirtió la balanza: hubo más días malos (82) que buenos (73). Y en 2024 llegó el desplome: la mala calidad del aire triplicó a la buena. Este deterioro no es casualidad, es el reflejo de un modelo urbano e industrial que crece sin control, con vialidades que privilegian al automóvil, con obras que levantan polvo, con cementeras y quemas que llenan de partículas el cielo chihuahuense.

La crisis del aire tiene consecuencias invisibles pero letales. Los niños que corren en los parques inhalan partículas dañinas; los adultos mayores padecen más enfermedades respiratorias; quienes trabajan al aire libre lo hacen bajo una nube de contaminantes. Y aunque las estadísticas parezcan frías, detrás de cada número hay cuerpos y pulmones que resienten la carga de la contaminación.

Hoy, la consulta pública sobre la contingencia atmosférica nos ofrece una oportunidad. No es vinculante, pero sí un espacio para dejar constancia de que los chihuahuenses exigimos un plan serio de prevención. No se trata de maquillar las cifras, sino de reconocer que estamos ante una crisis ambiental que nos está alcanzando más rápido de lo que pensamos.

Respirar debería ser lo más natural y sencillo del mundo. En Chihuahua, se ha convertido en un acto cada vez más riesgoso, “como si ya fuéramos una gran ciudad”. Y si no actuamos ahora, lo seremos: no por nuestra población o infraestructura, sino por la magnitud de los problemas que cargamos en el aire.