
Por: Josselyn Enriquez
Chihuahua, Chih.- La explanada del Palacio de Gobierno se convirtió en escenario de un conflicto y tensiones este 15 de noviembre, luego de que dos movilizaciones con objetivos distintos coincidieran en el mismo punto y terminaran enfrentándose con gritos y descalificaciones.
El movimiento en contra de los “accesorios”, conformado por alrededor de 30 personas, acudió al lugar para plantear tres demandas principales: reducir el costo de la revalidación vehicular, eliminar los cobros adicionales en los verificentros y ampliar el acceso gratuito a la educación superior.

Al arribar, se encontraron con la presencia de tres contingentes que ya ocupaban el espacio: integrantes del Movimiento Civil por Carlos Manzo, personas identificadas con la Generación Z y un grupo de productores del campo. Estos colectivos exigían justicia por el asesinato del exalcalde de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo, señalar el incremento de la violencia a nivel nacional y exigir la revocación de mandato.
El bloque que encabezaba la protesta por el caso Manzo fue el primero en dirigir insultos hacia quienes protestaban por los cobros vehiculares. Entre los señalamientos se escucharon expresiones como “chairos pendejos” y “ fuera comunistas”.

Entre quienes lanzaron los gritos se identificó a dos jóvenes que momentos antes habían utilizado el megáfono para emitir mensajes dirigidos al Gobierno Federal: David Jurado y una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
La confrontación escaló cuando el grupo que reclamaba los cobros extra en verificentros respondió acusando a los primeros de ser “prianistas”, actuar en favor de intereses empresariales y representar a la “oligarquía”, además de llamarlos “burgueses”.

Ambas movilizaciones habían partido desde la Glorita a Pancho Villa, pero su recorrido se vio interrumpido en Avenida Universidad, antes de que la tensión se desatara en el Palacio de Gobierno.
Ante ello, los organizadores del movimiento en contra de los accesorios decidieron retirarse del lugar para evitar una escalada del conflicto y resguardar a quienes participaban. Afirmaron que se mantienen en una posición apartidista
