El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva defendió en la ceremonia de inauguración de Dilma Rousseff en el Banco Brics (Nuevo Banco de Desarrollo, NDB en inglés) la expansión del comercio en las propias monedas de los miembros de la institución, e incluso una moneda del grupo Brics, dejando atrás el dólar.
“¿Por qué no podemos hacer nuestro comercio respaldado en nuestra moneda?”, preguntó él, bajo aplausos, al abandonar el discurso escrito e improvisar.
“¿Quién decidió que era el dólar? Necesitamos tener una moneda que convierta a los países en una situación un poco más tranquila, porque hoy en día un país necesita perseguir el dólar para exportar”.
Admitió que “es difícil, porque hay gente mal acostumbrada”, pero también es necesario no apresurar el cambio, volviéndose hacia Dilma y sugiriéndole que aprenda con la “paciencia” de China.
“¿Por qué el Brics no puede tener una moneda que pueda financiar la relación comercial entre Brasil y China, entre Brasil y otros países?”, preguntó. “Creo que el siglo XXI puede ayudarnos, quién sabe, a hacer las cosas [de manera] diferente”.
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CRÍTICA AL VIEJO RÉGIMEN MONETARIO
Defendió el NDB como alternativa al FMI (Fondo Monetario Internacional), para que las inversiones internacionales no resulten en la transferencia del control de la política económica de los países en desarrollo.
Sostuvo el derecho de los países a endeudarse para invertir sin la presión que enfrentan hoy en día en caso de dificultades. “No se trata de asfixiar las economías como lo están haciendo ahora con Argentina, el FMI”, afirmó.
“Ningún gobernante puede trabajar con un cuchillo en la garganta porque está endeudado. Los bancos tienen que tener paciencia y, si es necesario, renovar los acuerdos. El FMI o cualquier otro banco, cuando presta a un país del Tercer Mundo, las personas se sienten con el derecho de mandar, de administrar la cuenta del país. Como si los países se convirtieran en rehenes de aquel que prestó dinero”, puntualizó.
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Volvió a criticar los obstáculos para la ampliación del poder de las economías emergentes en el FMI y el Banco Mundial y a defender la expansión del número de miembros del NDB, afirmando que Dilma impulsará el cambio. “Que preste dinero con la perspectiva de ayudar a los países y no de asfixiar a los países en desarrollo”, dijo.
AUGURA UN MUNDO MULTIPOLAR
“El Banco Brics significa mucho para quienes sueñan con un nuevo mundo, para quienes tienen conciencia de la necesidad de desarrollo y, por lo tanto, necesitan dinero para hacer inversiones”, agregó Lula.
En su discurso, antes del presidente brasileño, la nueva presidenta de la institución defendió el NDB como un “banco del Sur Global”, dirigido no solo a los países miembros, sino a todos aquellos en desarrollo.
También enfatizó la expansión y anunció que planea ampliar el uso de las monedas de los propios miembros también para las inversiones aprobadas.
“Buscaremos financiar nuestros proyectos en monedas locales, privilegiando los mercados domésticos”, dijo Dilma, añadiendo que buscará “construir alternativas financieras sólidas”.