Personal operativo de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC) se desplegó en la majestuosa Sierra Tarahumara con la misión crítica de coordinar acciones preventivas y brindar apoyo a los valientes brigadistas que luchan contra los incendios forestales que asolan la región.
Las zonas boscosas de los municipios de Guadalupe y Calvo, Bocoyna y Guachochi son el escenario de esta batalla contra el fuego despiadado. La CEPC se unió a la Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE) en una colaboración sin precedentes para enfrentar la amenaza.
Los cielos fueron testigos de los reconocimientos aéreos, valiosas misiones que permiten identificar las zonas más afectadas por los siniestros. Los elementos operativos de la CEPC desempean un papel crucial al brindar apoyo logístico para los sobrevuelos, asegurando que cada movimiento estuviera coordinado a la perfección. La Dirección de Desarrollo Forestal lidera las operaciones, guiando a los valientes combatientes en su incansable esfuerzo por controlar las llamas.
Pero no solo el apoyo logístico era esencial. Los insumos vitales también se movilizan con diligencia. Agua purificada, bebidas energéticas y alimentos no perecederos fueron transportados para abastecer los campamentos de los voluntarios y los valientes combatientes. En medio de la aridez del combate, la hidratación y la alimentación adecuada se convierten en aliados indispensables.
Estas incansables acciones se llevan a cabo gracias a la integración del Comité Estatal del Manejo del Fuego, un esfuerzo conjunto en el que diferentes dependencias se unían para hacer frente a los devastadores incendios forestales. La determinación y la cooperación se convierten en los cimientos sobre los que se edificaba la esperanza de controlar el fuego y proteger la invaluable riqueza natural de la Sierra Tarahumara.
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