En el fondo, todos lo sabemos: las elecciones en México nunca han sido una simple contienda de contraste e intercambio ideas y propuestas. En México siempre se ha votado entre las balas. A fin de cuentas y en el mejor de los casos, las y los mexicanos han ejercido sus derechos políticos en medio de un ambiente ríspido de coerción electoral y déficit democrático: somos todavía una democracia imperfecta.

Ejemplos de lo histórico hasta lo contemporaneo lo constatan. El voto inútil bajo la dictadura perfecta del PRI. La caída del sistema del 88. La caza política de militantes de izquierda durante el salinato. El magnicido del 94. Ni siquiera las elecciones del 2000, cuando la población estiró la liga de sus derechos políticos al límite, para que luego les tronara en la cara con el fraude del 2006. Desde entonces, el crimen organizado ha sido prominente candidato y elector en cientos de casos alrededor de la República.

México es una democracia imperfecta que atraviesa una guerra no convencional de quinta generación.

Este proceso del 2024 avizora ser uno de los más complejos hasta la fecha, con una multiplicidad de grupos criminales y no criminales buscando influir en el ámbito político-electoral.

CHIHUAHUA EN ENFOQUE

Es por ello, que desde Fuente Info inauguramos el Observatorio de Violencia Político-Electoral (OVIPE) para registrar y dar seguimiento a incidentes de violencia política en sus diversas escalas, con enfoque en el estado de Chihuahua durante este ciclo electoral del 2024.

El OVIPE servirá como repositorio de fichas técnicas, reseñas breves y tarjetas informativas sobre la incidencia de violencia político-electoral, con enfoque primario en Chihuahua y con un encuadre secundario nacional. El Observatorio busca ser un medio auxiliar, aunque no exhaustivo, para visibilizar todas las modalidades de violencia política que puedan comprometer el libre ejercicio de los derechos políticos de los chihuahuenses.

DISENTIR CON NARRATIVAS SIMPLISTAS

A la par, advertimos sobre una visión y una narrativa unilateral de la violencia política en México, que más allá de abonar a la calidad de la democracia (democratic quality), disfraza intereses políticos con un alarmismo sesgado. Desde la perspectiva de la ciencia política, resaltamos la figura de a las elecciones como expresión de la soberanía nacional, y el derecho al voto como un ejercicio de soberanía individual. En este sentido, abogamos contra la instrumentalización de una narrativa parcial para vulnerar la soberanía popular y el ejercicio de los derechos políticos de la población.

Advertimos de una narrativa parcial sobre la violencia política; en las guerras de quinta generación, la batalla por la percepción es primordial.

Este ejercicio periodístico nace del compromiso cívico para visibilizar todas las violencias en el ámbito político, no solamente la incidencia criminal-electoral, así como complejizar el abanico de actores no-estatales (non-state actors) que la ejercen.

¿QUÉ ES LA VIOLENCIA POLÍTICA?

Hoy más que nunca es imperante pluralizar nuestra concepción de la violencia política. Lejos de solamente emplear a los asesinatos como indicadores de violencia, o de asumir al crimen organizado como el actor preponderante, debemos expandir nuestro entendimiento de este fenómeno.

En su definición más amplia, la violencia política es el uso de la fuerza por actores estatales y no-estatales para conseguir objetivos políticos (Samuels 2013). Esta remonta desde conflictos político-criminales locales, hasta la violencia política de Estado, como la Guerra Sucia del siglo pasado.

Una subcategoría es la violencia criminal-electoral, que abarca toda acción coordinada o amenaza perpetrada por grupos delictivos durante un proceso electoral, desde la nominación de candidatos hasta el día de las elecciones, con el propósito de intimidar, agredir físicamente, amedrentar o eliminar a cualquier actor político (Sberna 2011).

Por otro lado, está la definición del Instituto Nacional Electoral: la violencia política es aquella que busca afectar o impedir que las personas ejerzan sus derechos político-electorales, ya sea al votar, ser candidatas, ocupar un cargo público o asociarse con algún partido político (INE 2021).

RECONOCIENDO COMPLEJIDAD EN LA VIOLENCIA POLÍTICO-ELECTORAL

ACTORES NO ESTATALES MÁS ALLÁ DEL CRIMEN ORGANIZADO

Para los términos de este proyecto de observación y seguimiento, tomaremos la definición del INE, expandiendo primeramente el nivel de análisis, más allá de actores estatales y el crimen organizado como perpetradores de la violencia política.

Reconociendo la complejidad política contemporanea, incluimos a grupos de interés formales e informales como ejecutores de violencia política. Existen poderes fácticos, materialmente constituidos, que recurren a diversos métodos de violencia — en sus distintas configuraciones — así como prácticas intimidatorias, para coartar los derechos políticos de la población o de sus adversarios, o de otra manera manipular, a través de la violencia, el engranaje institucional para el mismo fin.

INCIDENCIAS MÁS ALLÁ DEL ASESINATO

En segundo lugar, puntualizamos que el asesinato y la violencia física no son los únicos métodos de ejercer la violencia política. Retomamos el escalometro elaborado por la CNDH como marco de análisis que tipifica la violencia política desde la guerra sucia mediante propaganda negra, pasando por la discriminación, las amenzas, el lawfare, el feminicidio y hasta la represión estatal.

Este marco referencial amplía la visión de la violencia encapsulada en conceptualizaciones tradicionales, toda vez que abarca otras prácticas intimidatorias que socavan y limitan el ejercicio libre de los derechos políticos, además de que degradan la calidad de la democracia.

Pluralizando la metodología de categorización, el OVIPE le apuesta a visibilizar todas las aquellas modalidades de la violencia política que pueden comprometer o vulnerar el libre desarrollo de las elecciones y el ejercicio de los derechos humanos fundamentales.

SIGUE NUESTRO OBSERVATORIO DE VIOLENCIA POLÍTICO-ELECTORAL

SIGUENOS EN FACEBOOK

SIGUENOS EN TIKTOK